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jueves, 13 de agosto de 2015

JUGADORES DE LEYENDA: SERGIO CANO


            Sergio Cano Marín, conocido en el mundo del fútbol como Sergio,  es un nombre que ha podido pasar de puntillas por la historia del club, pero consideramos oportuno darle sus honores.
            Sus apellidos no pueden llevarnos a engaño. No es familiar de otro ilustre como Natanael Cano Marín, “Canito”. ¿O quizás sí?   Hablar de él es hablar de un jugador que jugaba de todo y siempre lo hacía a las mil maravillas. Delantero centro, extremo, medio, lateral de ambas bandas.
            Nacido en 1945, Sergio surgió de la cantera del Club Deportivo. En la temporada 62-63 formaba parte de un equipazo juvenil con otros como Quinichi, el meta Lete, el central Falcón, Aragón, Alonso,  etc.  De hecho, los partidos del juvenil aglutinaban mucha presencia de aficionados. Los goles de Sergio no pasaron desapercibidos ni siquiera para el seleccionador andaluz Pepe Valera.  Estuvo en una lista de preseleccionados, junto a sus compañeros Alonso y Aragón .
Al término de su formación como juvenil, pasó al primer equipo en primera instancia. El cuerpo técnico, luego, estimó oportuno mandarlo cedido al CD Chiclanero, donde militó y jugó en la campaña 65-66. Junto  a él, Luis Periñán y otros ilustres como Carreño, Soriano, Vargas, Benítez, Sebastián,  … Sergio fue considerado por la entidad chiclanera como el mejor jugador de la temporada.
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Una temporada más tarde (66-67)  ya fue ascendido al primer equipo con todos los efectos. No solo eso, sino que se hizo con la titularidad del conjunto entrenado por el asturiano Manolo Gómez.   Jugó un mínimo de 24 partidos, marcando 4 goles.
            Su bautismo oficial llegó en la jornada primera del campeonato. Formó parte de la delantera formada por Falete – Quinichi – Sergio – Mariano – Morales.  Sus goles se hicieron esperar y no llegó el primero hasta la jornada 25. Sergio acertó ante el Riotinto y marcaba el primer gol del 2-0. Sus otros goles fueron ante el Riotinto Balompié, Jerez Industrial  en jornadas posteriores.  Y otro más en la Copa Sánchez Pizjuan.  
             En la siguiente foto podemos ver al once que se enfrentó al Atlético Onubense en esta campaña 66-67. 
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            Mucha participación y colaboración, aunque pocos goles en su primer año.  En la que viene gozará de pocos minutos a causa de las lesiones.  Apenas unos ocho partidos. Cuando consiguió ponerse a punto en su recuperación, volvió a ser un fijo en los esquemas del entrenador, en este caso Guillamón, quien confió en él como lateral derecho formando defensa con Cáceres y León.  Evidentemente su aportación goleadora se redujo a la mínima expresión. Eso sí, su aportación al equipo a la máxima. En la 68-69 Sergio disputó 19 partidos.
            Luego llegaron tres temporadas más, formando parte de la plantilla, siempre con una aportación amplia, ya fuera con Manolo Gómez, Riera o Diego Mendoza.
            Han sido seis temporadas consecutivas, no solo en 3ª división, sino también en Regional. Jugó de todo y todo lo hizo bien. Es el ejemplo típico de jugador de clase media obrera.  De los que han agradado siempre a la afición que cada quince días subían calle Colón.
            Sergio, además del fútbol, estaba empleado como electricista  en la Empresa Nacional Bazán.  La Fortuna le jugó una mala pasada y en noviembre de 1978 falleció en un terrible accidente con el choque de dos lanchas patrulleras que navegaban entre Rota y Chipiona.
            Este blog no quiere olvidar nunca a futbolistas que lo dieron todo por su club.

lunes, 3 de agosto de 2015

JUGADORES DE LEYENDA: NICO PERIÑÁN


Otra de las grandes familias futbolísticas de la ciudad de San Fernando es la Periñán. Dos hermanos, Luis y Nicolás, han escrito hermosas páginas en  la historia del club.  Hoy queremos profundizar en la figura de Nicolás, que nos dejó en octubre de 2008.  Luis, Nicolás, Roque, Paquito.... son nombres relacionados con el fútbol isleño. 
            Nació el gran Nicolás el 10 de noviembre de 1935 en San Fernando. El fútbol era uno de sus grandes pasiones. Cuando su hermano Luis fichó por el Club Deportivo, él contaría con unos 16 años y, por aquel entonces, jugaba en equipos modestos y locales, como la Unión Deportiva Isleña y al Recreativo Balompié.
            Sus primeras experiencias en categoría senior se remontan a su paso por el CD Rota y el Atlético Sanluqueño.
            Con el equipo verdiblanco (temporada 58-59) tuvo muchos minutos pero en lo deportivo el equipo no anduvo bien y quedó penúltimo en el grupo XII de 3ª división, aunque solo descendió el farolillo rojo Coria CF. Recordamos algunos nombres del Atleti: el meta Rubio, Ceballos, Troncoso, Llanera, Agüero, Miguel, Rogelio, etc.
            Sin embargo, no pasó desapercibido su trabajo para el CD San Fernando que decidió su incorporación para su proyecto en 2ª división, grupo Sur, para la temporada 59-60.  Los azulinos afrontaban su sexta temporada en la división de plata con aquel tándem fabuloso Cárdenas –  Riera (presidente y entrenador respectivamente). La economía ya andaba bajo mínimo y hubo que traspasarse a Ayala al Atlético Ceuta e Ignacio al Cádiz. Junto a Nico, llegaron Paquito Belizón del Ronda, Lax del Gerona, entre otros. Nico tenía la reválida de quitar partidos o minutos a la superfamosa zaga formada por  Jiménez, Lolín y Elorriaga en la zaga defensiva. Misión casi imposible.
            Su debut con la azulina llegó el 16 de octubre de 1959, en la jornada 12, el día que el Club Deportivo superaba por 3 goles a 2 al Recreativo de Huelva.  Aquel día pudo felicitar y abrazar a su hermano Luis al anotar éste los tres goles.  Anecdótico que el día de su debut, su hermano anotara un hat-trick.  Riera alineó a Arbe, Nico, Lolín, Elorriaga, Puyol, Jiménez, Lax, Luis Periñán, Sanz, Yeyo y Mendi.

            Nico jugó éste y diez partidos más, todos ellos completos, totalizando 990 minutos. Lo mejor que se puede decir es que siempre que Riera contó con él, estuvo a un nivel óptimo. El CDSF quedó noveno.
            En plena madurez futbolística (25 años), afrontaba su segunda temporada con su equipo del alma. Es la campaña 60-61. El mismo reto y objetivo que la anterior: ser útil para el equipo y aprovechar cada minuto que le diera el mister.  El técnico José Luis Riera decidió cruzar el río Arillo y aceptar la oferta del Cádiz CF. Llegó Manolo Soler.  Éste decidió contar con Nicolás desde comienzos de temporada. Jugó ininterrumpidamente desde la jornada 1 hasta la 6,  y posteriormente de forma discontinua hasta la jornada 17.  Una inoportuna lesión lo mantuvo en el dique seco dos meses.  Cuando retornó en la jornada 26 ya sería un fijo hasta terminar la temporada.

            En síntesis, jugó 16 partidos y estuvo un total de 1440 minutos sobre el césped. El CD San Fernando sufrió más de lo esperado y ganó  solo 9 partidos de 30 disputados, empatando  otros 9, con una suma total de 27 puntos.  Estuvo a cuatro puntos del descenso y a tres de la promoción.
            La temporada 61-62 nos deparó la sorpresa de que los hermanos Luis y Nicolás ficharon por el Xerez CD.

  No eran tiempos fáciles para la entidad xerecista,  con cambio presidencial incluido, entre otras cosas por no conseguir el ansiado ascenso a 2ª división.  El entrenador Ventura Martínez incorporó efectivos importantes como Garary, Juanín, Rafa Verdú, Silvestre, etc.
            Al término de la temporada el Xerez CD quedó segundo (tras el Sevilla Atlético). Jugó la fase de ascenso a 2ª: en primera fase eliminó al Racing de Ferrol, pero cayó en la segunda ante el Real Avilés CF.
            Periñán continuará una temporada más con los xerecistas. Se pasó de poder ascender a poder descender a Regional. No se consumó el desastre, pero poco faltó.  De nuevo cambios en los banquillos y en la presidencia. Ante esta situación lo mejor era volver a su Isla y a su San Fernando.

            Y así fue. Segundas partes fueron buenas. Llegó en la temporada 1964-1965 tras la llamada del presidente Cayetano Fernández Mijares, ya con el conjunto de La Isla en 3ª división. En seguida el técnico Paquirrini lo instaló en el flanco izquierdo de la zaga.  Permaneció hasta el término de la temporada 66-67.  En este periodo jugó unos setenta partidos.
DIFERENTES ONCES EN DIFERENTES ÉPOCAS
            Tras su retirada en activo, cinco años en el San Fernando como jugador, seguirá su carrera como gran aficionado. Era difícil acudir al estadio Madariaga  o al Bahía Sur sin verlo en la grada de tribuna, regalando sabiduría a los socios y aficionados con los que departía.  Hasta que en noviembre de 2008 (con 72 años) pasó a formar parte del Olimpo celeste de los grandes azulinos.  
             Su recuerdo no caerá en el olvido de los azulinos. 

P.D. Las fotos son de la propia familia Periñán, Rafael Romero Tarrío y de mi propiedad.